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Argüello sobre el gobierno de Macri: “Es un desastre”

En diálogo con InfoWebNoticias, el titular de Camioneros de San Martín y Tres de Febrero criticó el accionar político y económico de Cambiemos. “Ellos quieren un país a la chilena, yo quiero un país como nos enseñaron Perón y Eva”, sentenció. La reorganización del peronismo. El accionar de la CGT.

-Has sido muy crítico del gobierno nacional, para colmo, en este comienzo de año hay algunos errores que van en concordancia con lo que ocurría el año pasado, sumado al nuevo incremento en las tarifas.

Terminamos un año muy complejo. Uno critica cosas que son inevitables de plantear. Primero dijeron que el segundo semestre del 2016 iba a ser el del devenir de los capitales, hoy aún no pasa nada y no va a pasar nada, los capitales no van a venir. Dijeron que no iban a hacer ajustes, hicieron ajustes terribles. Aún siguen haciendo. Ni los que simpatizan con él ya defienden al gobierno. La única verdad es la realidad, la verdad es que este gobierno es un desastre. No sólo fallan desde la política económica, sino que ahora también fallan desde la política en sí. Lo del Correo Argentino, lo de los jubilados, es algo que no se puede entender. Gobierna el país como gobernó Capital Federal.

-¿Y cómo imaginás este año?

Muy complejo. Ya inició complejo. Económicamente se arranco muy mal. Ellos plantean que han bajado la inflación. Lo del 2016 no es punto de comparación porque por ese camino se iba al estallido social. Uno imagina que este año a ese nivel desorbitante no va a llegar. Pero además, el costo de haber bajado la inflación es haberle sacado la plata del bolsillo a la gente. Bajándole el nivel de vida. Así bajo la inflación también yo. No es la forma.

-En el armado de Presupuestos municipales para este año las tasas aumentaron un 35% promedio y la inflación proyectada de los mismos fue del 18%, algo que claramente es con la intención de bajar el porcentaje en la discusión paritaria.

Este va a ser un año muy duro de discusión paritaria. Ya comenzó mal. Con los docentes comenzó mal. Con los bancarios sucedió algo increíble, que es que el Ministerio de Trabajo no quiso homologar el acuerdo de partes, por eso la justicia falló a favor del gremio. Obviamente el gobierno va a apostar a la baja salarial. Esto va a traer mucho conflicto. No creo que ningún gremio pueda cerrar en lo que ellos pretenden. Todo estará arriba del 20, 25%. No se como van a llegar a ese 18% con todos los aumentos que ya se están dando. Pero además, quién nos devuelve el 8 o 9% que perdimos el año pasado.

-Camioneros es a mitad de año la paritaria.

Así es. Estoy convencido que no vamos a cerrar por el 18%. Cada día más el trabajador está perdiendo su poder adquisitivo. La discusión se va a dar. Ellos hablan de un país distinto. Ellos quieren un país a la chilena, yo quiero un país como nos enseñaron Perón y Eva. Un país con distribución equitativa, con educación pública, etc. Porque si comparamos con Chile el 45% está muy bien y un 55% con una situación de vida muy baja.

-Como hombre del gremialismo, cercano a Moyano, histórico titular de la CGT ¿Cómo estás viendo el accionar de este triunvirato?

Yo no comparto el tema de los triunviratos. La CGT tiene que ser un unicato, debe haber una sola conducción, históricamente ha sido de esa manera. A los triunviratos son más afines los Barrionuevo y todo ese sector. El sector más de derecha. No comparto eso, porque si a veces es difícil con una conducción, imaginate cuando tienen que ponerse de acuerdo tres. Dos conductores de la CGT son legisladores del Frente Renovador. Y uno del moyanismo. El año pasado con una intervención muy grande de la iglesia se llegó a un fin de año pacífico. Pero era sabido que esto iba a ser muy corto, porque en esa mesa de negociación los empresarios se comprometieron a no realizar más despidos. No se puede creer en un acuerdo donde los empresarios prometen que van a hacer algo y el regulador que tiene que ser el Estado, no se mete. Es muy inocente creer en eso. La CGT dice que no han cumplido con nada, era sabido. Pero el 7 de marzo se viene una marcha, que creo que va a ser multitudinaria y allí se tiene que fijar el plan de lucha. Igualmente creo que el paro nacional es la última instancia que puede haber en cualquier discusión. Porque el paro es el final. Pero sí hay medidas intermedias donde uno puede ir mostrando su inconformidad y eso se llama plan de lucha. No sé si se debe ir a un paro nacional, pero si se debe profundizar el plan de lucha más allá de la marcha del 7 de marzo.

-En este año electoral, también será importante lo que haga el peronismo. Si se presenta de manera fragmentada es muy difícil que tenga algún tipo de chance. ¿Cómo ves esta reorganización?

Obviamente no es fácil para el peronismo normalizarse después de una derrota en tan poco tiempo. Mi opinión es que el peronismo tiene que ir a una gran interna. Porque lo único que ordenan los partidos son las internas. Todos podemos sentarnos a discutir. En esto no podemos ser excluyentes. Si Cristina es afiliada al PJ tiene derecho de poder presentarse en una lista. Y si no es peronista, como algunos dicen, que tanto miedo se tiene que alguien la vote. No hay que excluir a nadie. Y lo digo yo que he sido muy crítico de Cristina Fernández. El peronismo tiene que ir a una gran interna y que sea el que tenga que ser. Con el objetivo este año de hacer una elección honrosa, pero no desesperarnos.

-¿No tenés ningún espacio de predilección?

El peronismo siempre ha tenido en su historia alguna figura. Hoy no está. Uno dice Randazzo, otro Massa, otro Cristina. No hay un líder fuerte que pueda aglutinar todo el espacio. Pero si bien es importante participar de una intermedia, no te define nada. Sino hubiese sido gobernador De Narváez y Massa presidente. En el caso de Massa se ha apresurado en su momento. Además no existe esa vereda del medio. Lo único que poder lograr yendo por el medio de la avenida es que te pise un camión. Porque en algún momento hay que tomar una vereda. Esto está demostrado que es así. Yo esto lo vengo planteando desde el 2013, cuando el árbol estaba fuerte, no ahora que está caído.

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