El FDT se encuentra sumido en una encendida interna desde hace rato. En primer término, por gigantescos desencuentros en cuestiones de gestión; hoy además, por las definiciones de cara al proceso electoral. En este contexto, el espacio necesita encontrar un candidato a presidente competitivo.
Por Adrián Cordara, director de Infowebnoticias
Así como sucede en Juntos por el Cambio, en el Frente de Todos hay un profundo desencuentro entre sus integrantes que se observa a diario. El problema es que el FDT está gestionando los destinos del país, con un Gobierno que se fue “deshilachando” con el correr de los años, hasta llegar a este punto crítico del 2023.
La figura del presidente de la nación, Alberto Fernández, se encuentra en la actualidad absolutamente desgastada, tras una gestión con poco vuelo, que no sólo no resolvió alguno de los múltiples problemas de la Argentina, sino que agravó los heredados por el Gobierno de Mauricio Macri.
De las promesas de “heladera llena” a una inflación interanual por arriba del 100%, en la figura del presidente de la Nación se observan escasas, casi nulas, posibilidades de lograr una reelección con el respaldo popular. Sin embargo, Alberto Fernández hace caso omiso a esto y prefiere apuntar su discurso hacia otras aristas de la economía destacando que la Argentina es “uno de los países que más creció en estos dos últimos años”. Alejándose así, cada día más de las preocupaciones diarias de la gente y tensando al extremo la relación con el kirchnerismo.
Una relación que se fue desmembrando con el correr de la gestión y que lleva a Máximo Kirchner y los suyos a instar a Alberto Fernández que decline su utopía de reelección.
Sin embargo, el kirchnerismo está en un problema. Su principal referente político, Cristina Fernández de Kirchner, anunció públicamente que este año no sería “candidata a nada” tras el revés judicial que la condenó a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Dicha condena no está firme, y desde kirchnerismo sostienen que CFK está “proscripta” y que el poder judicial y la oposición buscan evitar que regrese al poder. En ese sentido comenzó un operativo clamor para convencer a Cristina que sea la candidata a presidenta del espacio, que tendrá su punto cumbre el próximo 24 de marzo.
Ese día, en el acto por el Día de la Memoria, La Cámpora realizará una masiva movilización para mostrar fuerza y sostener la idea de que Cristina Kirchner debe ser la candidata del espacio.
Desde el kirchnerismo más duro también se anota Eduardo “Wado” de Pedro, que muestra voluntades en caso de no poder convencer a CFK. El ministro del Interior camina el territorio con intenciones de lograr los consensos necesarios para empezar a darle forma a una hipotética candidatura a presidente de la Nación.
Uno de los candidatos naturales del espacio es Sergio Massa. Otrora figura observada de “reojo”, que hoy aglutina los respaldos necesarios para poder “ponerse el traje”. No obstante, el ex jefe de gabinete de la Nación, asumió un riesgo al agarrar “la papa caliente” que es el Ministerio de Economía. Un importante desafío que lo tiene inmerso en una lucha titánica diaria. Combate que a pesar de algunos buenos logros lo tiene por debajo “en las tarjetas”, luego de los últimos guarismos publicados de la inflación mensual e interanual. La economía puede darle un golpe de K.O a las aspiraciones presidenciales de Massa.
El mapa político es tan dinámico, que le da la posibilidad de volver al ruedo al “pichichi” Daniel Scioli. Algo impensado tras la dura derrota con Mauricio Macri en 2015. Con un trabajo muy valorado en la Embajada Argentina en Brasil, el ex motonauta se muestra como opción y comenzó hace algunos días con las caminatas y recorridos por la provincia de Buenos Aires. El ex candidato a presidente, está convencido que puede aglutinar la dispersión que hay en el Frente de Todos y que es el candidato más valorado en los sectores medios, los alejados de “la grieta”. Los votos que, claramente, definen la elección.