Diego “Colo” Santilli atraviesa una semana decisiva dentro de la campaña de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, en medio de un escenario complejo que combina disputas internas, definiciones judiciales y la necesidad de consolidar su imagen como candidato oficial del espacio.
Luego de la salida de José Luis Espert y la confirmación judicial que lo dejó al frente de la lista bonaerense, Santilli intenta despegarse de la etiqueta de “reemplazo” y construir su propio perfil dentro del armado libertario. Sin embargo, el fallo de la Cámara Nacional Electoral no habilitó la reimpresión de la boleta, por lo que el rostro de Espert seguirá figurando en la Boleta Única de Papel. Esa situación obligó al equipo de campaña a modificar la estrategia: ahora el foco está puesto en “fortalecer la marca Milei-Santilli” para que los votantes identifiquen la propuesta más allá de las imágenes.
En estos días, Santilli combina recorridas territoriales por el conurbano con actividades junto al presidente Javier Milei, especialmente en distritos de peso político como Tres de Febrero y Pergamino. El cierre de campaña bonaerense está previsto para el miércoles 22 en Ezeiza, donde Milei y Santilli compartirán escenario en un acto que buscará mostrar unidad y energía de cara a las elecciones del 26.
Dentro de La Libertad Avanza, el desafío pasa también por ordenar las tensiones con los socios del PRO, que reclaman mayor participación en las decisiones de campaña. En paralelo, el entorno presidencial apuesta a que la figura de Santilli sirva como puente entre el electorado tradicional del PRO y el voto libertario duro.
Pese al optimismo discursivo, en el oficialismo reconocen que el panorama bonaerense sigue siendo cuesta arriba. Las encuestas no muestran un cambio drástico en la intención de voto y la confusión generada por la boleta podría impactar en el desempeño final. Aun así, Santilli mantiene su agenda y repite en cada aparición que “la gente quiere continuidad y resultados”, intentando mostrar orden en un espacio que todavía busca reacomodarse tras semanas de turbulencia política y judicial.