El presidente electo aseguró que «los últimos cuatro años fueron de especulación financiera» y planteó: «Necesitamos que los industriales argentinos vuelvan a tener crédito, vuelvan a producir y a generar trabajo».

El presidente electo, Alberto Fernández, respaldó a los empresarios industriales, y adelantó que el sector tendrá un lugar central en el próximo gobierno. Lo hizo durante un extenso discurso brindado en la 25 Conferencia Industrial que organizó la Unión Industrial Argentina (UIA) en Parque Norte.

Ante la mirada expectante de algunos y desconfiada de otros, fue aplaudido por todo el auditorio al adelantar cuál será el modelo económico a partir del 10 de diciembre: “No vamos a premiar a los que especulen, vamos a ayudar a los que producen”.

El discurso de Fernández en la Conferencia de la UIA fue un ensayo de lo que será el avance en el llamado pacto social. En el mismo escenario, también se encontraba Miguel Acevedo, titular de la UIA. En primera fila, se destacó Matías Kulfas, uno de los economistas más cercanos a Fernández. A su derecha, el empresario Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat, acérrimo defensor de la presidencia de Macri. A su izquierda, José Urtubey, el primer empresario en la UIA en criticar públicamente las políticas económicas de Cambiemos.

En las mesas más cercanas, y con una posición privilegiada, estaban los sindicalistas, como Antonio Caló y Héctor y Rodolfo Daer. Del equipo económico del Frente de Todos asistió, además de Kulfas, Paula Español, ex subsecretaria de Comercio Exterior.

La presentación de Acevedo, antes de las palabras de Fernández, fue muy breve. Se encargó de agradecer públicamente la presencia de trabajadores y organizaciones sociales. También dio el presente la Iglesia, ya que participó Monseñor Jorge Rubén Lugones. Fernández se paró y fue aplaudido por todo el auditorio, incluso muchos se paraban a sacarle fotos. “Sabía que tenía que estar acá, era mi deber”, aseguró.

En sus primeras palabras destacó los números rojos que tiene la industria en la actualidad: 17 meses consecutivos de caída, dos años de baja en el consumo y la producción en los niveles de 2006. “En el mundo de los especuladores ganan pocos y pierden los mejores”, afirmó, en uno de sus tantos guiños al sector.

Los apoyos durante el discurso provenían principalmente de las mesas más cercanas al escenario, pero hubo una definición que provocó el apoyo de los más de 500 industriales que se encontraban en el auditorio. Fue cuando Fernández hizo referencia a cómo será la política industrial, que será complementada con una nueva política internacional. En cuanto a la industria, dijo que el foco dejará de estar puesto en el sistema financiero y pasará al productivo. Dijo que volverá a haber créditos bancarios para la financiación empresarial y adelantó medidas diferenciales para el interior del país: “Hay que construir regímenes impositivos distintos y revisar la lógica paritaria en el interior. Esto hay que decirlo sin vueltas”, aseguró.

Pero fue el adelanto de la política internacional lo que despertó las mayores expectativas. Fernández criticó la cantidad de deuda tomada por el actual Gobierno, la calificó de “ridícula” y afirmó: “Esa deuda no la van a pagar los que producen y dan empleo. Vamos a pagar el día que hayamos crecido y haya aumentado la producción”. Además, hizo referencia a la geopolítica regional y mundial y adelantó que se buscará profundizar las relaciones en el Mercosur, un tema que fue tratado por dos analistas internacionales en la disertación anterior y generó preocupación en los empresarios, ante la liberalización de relaciones comerciales que propone el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro. Fernández les dijo que tienen que estar tranquilos: “No vamos a vivir a puertas cerradas, pero sepan que no me van a encontrar importando camisetas chinas o zapatos brasileños. Eso no es ser una economía cerrada sino inteligente”, afirmó, y cosechó aplausos de todas las mesas.

También adelantó que para superar la actual crisis se necesitan consensos. “No sé dónde están las bases sólidas que dejan, porque camino sobre un pantano”, ironizó Fernández. En ese sentido dijo que los empresarios industriales formarán parte de las decisiones que se tomarán en lo que será un Consejo Económico y Social. “Renuncio a decidir solo y que la política sea la que impone medidas”, aseguró. “Todos piensan que el debate es cuánto tiempo congelamos precios y salarios, pero el debate es cómo vamos a producir más, teniendo en cuenta que todos deberán resignar algo porque las cuentas fiscales están en un estado deplorable”, agregó.

Anticipó que trabaja con empresarios como Daniel Funes de Rioja (Copal) el plan para eliminar el hambre, y también con investigadores como Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina. Además, trabaja con Sergio Kaufman (Accenture) y la CGT para extender la tecnología y que esto permita incluir a nuevos trabajadores. “No hay que renegar con la tecnología porque la solución no es dar planes sociales, sino encontrar con la tecnología un lugar para los trabajadores que quedan excluidos”, afirmó.

Fuente: Página 12