El gobierno nacional confirmó que volverán a subir la boleta de los servicios públicos a partir del próximo año. En ese marco, desde Casa Rosada apuntan a desacelerar los índices inflacionarios para que caigan a niveles por debajo del 2% mensual.

A pocas horas del comienzo de un nuevo año, el gobierno de Javier Milei anunció que las boletas de luz y gas volverán a sufrir un nuevo aumento desde el mes de enero. En ese sentido, se tratará de una suba de entre el 1,6% y 1,8% aproximadamente que afectará a toda el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

La intención del gobierno nacional es continuar con la desaceleración de la inflación y llegar lo más rápido posible a niveles por debajo del 2% mensual. De igual forma, no se descarta que haya incrementos mayores cuando pase el verano y se avance con la quita de subsidios.

El desafío de los libertarios es avanzar con una revisión tarifaria recién en el mes de marzo que implicará incrementos en los servicios públicos de la energía, prevén, no mayores a los dos dígitos para los hogares y una profundización en la quita de los subsidios.

Respecto a los subsidios, durante la segunda quincena de enero y febrero, se convocarán audiencias públicas para redefinir el esquema. El objetivo es reducir los tres grupos de usuarios actuales –altos ingresos (N1), bajos (N2) y medios (N3)– a solamente dos: los que reciben subsidios y los que no.

Asimismo, el gobierno de Milei proyecta un proceso de normalización tarifaria para 2025, con el objetivo de definir aumentos anuales de un dígito que no superen el 9,9%.

De esta forma, desde Casa Rosada van definiendo el escenario tarifario para toda la temporada de verano. En esa línea, la quita de subsidios se realizaría con la llegada del otoño en todo el país.