Se trata de Gastón Murray, sospechado como coautor del asesinato por el que ya había sido apresado su hermano Pablo. Se estima que ambos viajaban en la moto con la que se interceptó el vehículo en el que viajaba la piloto de kárting al momento del crimen

Después de días de búsqueda, efectivos de la Policía de la provincia de Buenos Aires lograron detener al único prófugo sospechado de la coautoría del asesinato de la joven piloto de karting Zaira Rodríguez en Villa Ballester.

Personal de la fuerza bonaerense detuvo esta madrugada al hombre que habría participado en el crimen de la deportista, ocurrido el sábado 10 de noviembre a las 20.30 en Villa Ballester.

La detención se produjo en un asentamiento de la localidad de Villa Maipú, partido de San Martín. Se trata de Gastón Maximiliano Murray, de 26 años, hermano y supuesto cómplice del que hasta el momento era el único detenido por la causa, Pablo Murray, de 23 años.

De acuerdo a la investigación, los hermanos Murray habrían sido quienes viajaban a bordo de la moto Yamaha F2 azul al momento de interceptar el Volkswagen Trend en el que se trasladaban la víctima y su novio. Los dos motochorros intentaron robar el vehículo, y cuando el novio de Zaira intentó escapar, efectuaron los disparos. La joven de 21 años recibió un disparo en la cabeza y no logró sobrevivir.

Murray fue detenido después de que se realizaran diversos allanamientos en Villa Maipú y en Villa La Rana, donde había sido detenido anteriormente su hermano.

Según la policía bonaerense, el nuevo detenido presenta raspones de varios días atrás en sus brazos. Al parecer, esas heridas coinciden con una posible caída de la moto, al momento de que se produzca el homicidio de la joven piloto.

Los allanamientos fueron conducidos por la Unidad Funcional de Instrucción Nº 1, del Departamento Judicial de San Martín.

El primero de los hermanos Murray involucrado en el caso fue detenido después de que lo entregara el propio padre de ambos. Pablo Murray había estado preso en cuatro oportunidades por tráfico de drogas y tenencia de armas de guerra.

«Yo entregué a mi hijo porque estaba seguro de que se trataba de un malentendido. Pero si la justicia comprueba que fue él, marche preso. Yo me pongo en el lugar de la chica y entiendo que fue muy bueno lo que pasó. Pero mi hijo es un perejil más», afirmó en su momento el padre de ambos.