Diego Garciarena hizo una dura advertencia sobre la desconfianza en la Justicia.
El jefe del bloque UCR + Cambio Federal de la Cámara de Diputados bonaerense, Diego Garciarena, criticó el accionar del Poder Judicial, en medio de la definición procesal de Cristina Kirchner, luego de que trascendiera que la Corte Suprema podría avanzar con una condena firme en el marco de la causa vialidad.
En este contexto, Garciarena expresó su preocupación por el clima social y político que rodea a los procesos judiciales en Argentina, los cuales, según afirmó, se transitan con una lógica de hinchada que impide cualquier análisis racional. “Los procesos se viven como un River-Boca, se banalizan“, advirtió.
Asimismo, el diputado boina blanca explicó que, para muchos, lo que importa no es la evidencia o la imparcialidad del fallo, sino la simpatía o el rechazo del pueblo hacia el acusado. “En un caso deseo que lo condenen y en el otro que lo absuelvan. No es racional, es pasional“, analizó el marplatense.
En ese sentido, el legislador de la UCR cuestionó el modo en que sectores de la sociedad opinan sobre causas judiciales sin conocer a fondo los expedientes, y alertó que existe una tendencia generalizada a valorar las decisiones judiciales en función del posicionamiento político o afectivo que se tiene respecto a los involucrados.
El mensaje de Garciarena cobra especial relevancia en este momento, ya que pocos días después de que Cristina Kirchner anunciara su candidatura a diputada bonaerense por la Tercera seccción electoral, la Corte anunció que podría dejar firme su condena en el marco de la causa conocida como Vialidad, lo que podría inhabilitarla para ejercer cargos públicos.
Por eso, a pesar de que no hizo mención directa a la exmandataria ni a la causa judicial en su contra, el legislador radical planteó un análisis más amplio sobre la legitimidad de las decisiones judiciales y la percepción que la sociedad tiene sobre ellas. “Lo paradójico es que siempre son los mismos jueces que, cuando fallan como me gusta, son juristas, y cuando fallan como no me gusta, son corruptos“, señaló.
Sin embargo, para Garciarena la crisis de confianza no se limita sólo a la política. Aunque reconoció que el descrédito en la dirigencia es un fenómeno instalado, el parlamentario advirtió que el problema se agrava al extenderse también al Poder Judicial, lo que ubicaría al país en una situación institucional “compleja” y potencialmente peligrosa.
“La desconfianza en la justicia nos puede llevar a la violencia y de ahí es muy difícil volver“, sostuvo el diputado bonaerense, que también advirtió que tanto la deslegitimación de los jueces y como la judicialización de la política y la politización de la Justicia, generan una tensión social que podría escalar si no se aborda con seriedad.