El Presidente inauguró el 143° período de Sesiones Ordinarias del Congreso de la Nación.

Prácticamente sin opositores a la vista y con los palcos copados por su propia militancia, el presidente se jactó de haber cumplido “el 97% de las promesas de campaña en tan solo un año”, adelantó un buen resultado en las elecciones de este año y desdeñó la posibilidad de que el Congreso no acompañe su agenda de reformas: “eso no detendrá el proceso de cambio que el pueblo argentino nos encomendó”, aseguró.

Milei se dirigió a la Asamblea en clave de amenaza: “Nunca nos rendiremos. Y aunque les cueste entenderlo y se resistan, vamos a hacer a la Argentina grande nuevamente”, lanzó, y combinó ese aviso con una frase peligrosa: “Si aceptan mi propuesta, veré que están dispuestos a involucrarse en lo que el país necesita. Caso contrario, habrán demostrado que el único camino para cambiar el país es cambiar este Congreso”.

En poco más de una hora de discurso, se peleó a viva voz con el diputado Facundo Manes, quien le reclamó explicaciones por el cryptogate, y contra Axel Kicillof, su blanco favorito para polarizar. “Aprovecho para decirle al gobernador Kicillof que mientras siga sosteniendo que los delincuentes, los asesinos y los violadores son víctimas del sistema, en línea con el wokismo jurídico de Zafaroni”, disparó.

También le bajó el pulgar a la posibilidad de reunirse para resolver de manera conjunta el problema de la inseguridad: “no solo no tenemos nada para conversar, sino que además quiero decirle que jamás resolverá el gravísimo problema de inseguridad de la provincia, ya que ser tolerante con los delincuentes es castigar a las personas de bien”.

La banca de Javier Milei a sus ministros

Del otro lado del espectro, Milei puso a sus ministros y colaboradores, a quienes ponderó por la tarea en la gestión. Se acordó de Luis Caputo y de Federico Sturzenegger, a quien había defenestrado públicamente durante toda su actividad política anterior, pero también a Patricia Bullrich, a Guillermo Francos y a Sandra Pettovello.

”Quiero dar las gracias al doctor Guillermo Francos, a ‘Toto’ Caputo, a Santiago Bausili, a Patricia Bullrich, a Sandra Petovello, a Federico Sturzenegger, a Luis Petri, a Mariano Cúneo Libarona, a Mario Lugones, a Gerardo Werthein, a Manuel Adorni y a Karina Milei por permitirme liderar el mejor gobierno de la historia argentina”, sentenció.

Los logros de los que se jactó Milei pasaban por “alcanzar el equilibrio en la línea financiera, como lo hace Argentina, implica que Argentina tiene por delante una tasa de crecimiento sostenido del PBI per cápita del 4,5%”.

En ese sentido, adelantó que buscará generar “un modelo sustentable en el tiempo, un ordenamiento jurídico que proteja el fruto del esfuerzo de cada argentino, y un modelo institucional acorde al país con ambición de grandeza”.

La agenda de reformas que se viene

Milei adelantó que para alcanzar esos objetivos buscará seguir el camino de las reformas mediante proyectos que, dijo, “atacan desde cuestiones económicas hasta cuestiones administrativas del Estado”.

La primera de ellas tiene que ver con eliminar el déficit fiscal, por la vía del recorte del gasto público, que asoció a la inflación. “Yo prefiero achicar el Estado y que haya menos pobres en la Argentina”, planteó. La reforma de carácter impositivo buscará, según dijo, “brindarle autonomía fiscal a las provincias en los impuestos que hoy recauda el Estado nacional en su nombre”.

También dijo que quiere un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos, una medida que tiene como primera restricción el marco legal del Mercosur. ¿Buscará romperlo? no lo precisó.

Además anunció que buscará apoyo del congreso para ratificar un nuevo acuerdo con el FMI. Cuyas metas no precisó, aunque instó a diputados y senadores a apoyarlo. “Esperamos que este Congreso adopte la misma postura que tuvieron con todos los demás, que es acompañar desde sus bancas apoyando al Gobierno en este nuevo acuerdo”.

Seguridad y Justicia

En materia de seguridad y justicia, polarizó nuevamente con el kirchnerismo. Prometió “terminar con la puerta giratoria”, bajar la edad de imputabilidad y agravar las penas del Código Penal. “No podremos resolver la crisis de delincuencia en nuestro país sin una justicia independiente pero efectiva. Y la justicia no va a funcionar correctamente hasta que la política se decida a dejar de politizar los nombramientos de los jueces, fiscales y defensores públicos”, señaló.