El concejal del PRO, busca la implementación de un sistema que beneficie la conservación del patrimonio arquitectónico y, a su vez, promueva el desarrollo de la ciudad.
Ante la expansión del mercado inmobiliario, tanto en la zona céntrica de la ciudad como en otras localidades del partido de General San Martín, a lo largo de los últimos años se han perdido casas y edificios con alto valor histórico y arquitectónico.
Los ejemplos más resonante, de la destrucción del patrimonio histórico, fue la casa que habitara el médico Diego Thompson y su familia, impulsor de la creación del primer hospital municipal. La demolición de la casa neocolonial sobre el boulevard Ayacucho que diera hogar a la familia propietaria de la Heladería Chinin, entre otras.
Por eso, el concejal y arquitecto Andrés Petrillo, está impulsando una ordenanza que proteja los bienes legados del pasado y, la vez, favorezca a los nuevos desarrollos en la ciudad
El punto de partida, es una ordenanza que ya tiene 23 años de existencia, que creó la Comisión de Preservación del Patrimonio Cultural de Gral. San Martin, la cual incluye las cuestiones arquitectónicas. Esa comisión tiene las facultades de relevar el patrimonio a conservar y dotarlos de distintos grados de protección.
Una vez identificada la propiedad a preservar, como la nueva ordenanza del concejal Petrillo propone;; es calcularle la capacidad constructiva transmisible (con los indicadores propios del terreno, zonificación y demás normas que regula la ciudad mediante el Código de Ordenamiento Urbano) para que el propietario pueda comercializarla en el mercado inmobiliario.
Esa capacidad constructiva puede ser adquirida por el cualquier desarrollador inmobiliario y aplicarla en nuevos proyectos, hasta agotar la altura máxima permitida en el distrito.
En consecuencia, un bien de carácter patrimonial se manera correcta, pero su potencialidad constructiva vacante puede ser volcada al mercado inmobiliario.
“Si retomara la actividad, la comisión de Preservación del Patrimonio Cultural, se podrían catalogar y aplicar hasta tres niveles de protección a los inmuebles. Lo que también permitiría una mayor sensibilidad para mantener el acervo cultural de la ciudad” afirmó Andrés Petrillo.
“Es muy larga la lista de propiedades con valor histórico que se han perdido, pero también todavía quedan inmuebles que merecen su preservación. A su vez, el mercado inmobiliario no para de crecer. Por eso, creo que teniendo en cuenta estas dos variables que parecieran ir en sentido contrario, prponemos aprobar una ordenanza que de herramientas para crecer y desarrollanos sin perder nuestra identidad”, indicó el concejal del PRO.