El senador peronista Miguel Pichetto será el candidato a vicepresidente de Mauricio Macri, así lo confirmó el propio presidente de la Nación.
Las encuestas lo llevaron al presidente a desechar los habituales consejos de Jaime Durán Barba y Marcos Peña, que eran reacios a abrir la fórmula a alguien de afuera del núcleo duro del PRO y más aún ajeno a Cambiemos.
Macri se tornó pragmático en las últimas horas y está decidido a dejar de lado los consejos marketineros de esa dupla para mostrar un gesto de apertura que considera clave para tener chances de reelección.
La candidatura tomó fuerza en la Rosada por dos sucesos: el rechazo de Ernesto Sanz a la oferta para ser el vice de Macri y el ocaso aparente del espacio de Alternativa Federal.
Macri creía que la mejor opción es Sanz, pero el mendocino mantiene su rechazo. Por eso los radicales comenzaron a arrojar nombres como el de Karina Banfi, Laura Montero y Luis Brandoni. Macri se enojó por esto con los radicales, porque cree que no le trajeron una propuesta seria luego de patalear en la convención de Parque Norte.
Respecto de Alternativa Federal, el Gobierno siempre esperó que tuviera un piso importante para dividir el voto peronista. Pero luego del apoyo de los gobernadores y el posible acuerdo de Sergio Massa con el espacio de los Fernández, en la Rosada creen que ese espacio caerá y por eso prefieren integrar a Pichetto en Cambiemos.
La jugada de llevar a Pichetto tiene el aval del propio Sanz y fue motorizada por Rogelio Frigerio, el ministro del Interior que es el interlocutor del Gobierno con el peronismo. Incluso Elisa Carrió, enemiga del peronismo, se mostró a favor de la fórmula en Santa Fe, donde fue a apoyar a José Corral este martes. «Me llevo muy buen con Pichetto, es un institucionalista, con él redactamos las mejores leyes». dijo Lilita.
De ganar, el rionegrino sería una pieza clave en el Senado, en donde el Gobierno no tiene un jugador de esa talla. Además, Pichetto sería fundamental en la relación con los gobernadores en un segundo mandato de Macri. El rionegrino había dado la primera señal de que aceptaría una oferta semejante cuando dijo que votaría a Macri en un ballotage. Este martes volvió a hacer un guiño a Macri al decir que su proceso termina «en 2023».