El intendente PRO también acusó una brusca caída de la recaudación y deudas de varios meses con proveedores. Advirtió por una situación financiera “muy comprometida”.
Ramón Lanús expuso que la gestión de Gustavo Posse en San Isidro le dejó como herencia una deuda superior a los 8.000 millones de pesos y alertó sobre una situación financiera municipal «muy comprometida».
«Hoy tenemos un municipio con una deuda de más de 8.000 millones de pesos, con muchos proveedores que llevaban meses sin cobrar», dijo Lanús en un video difundido en redes.
En esa línea, graficó una brusca caída de la recaudación en los últimos tiempos. «Durante 2023, el ABL aumentó el 85%, contra una inflación que superó el 200%», dijo y agregó que, solo en enero de 2024, los ingresos totales del municipio cayeron 25% en términos reales con respecto al mismo mes del año pasado.
Se trata de la primera exposición crítica que el intendente del PRO hace del estado de las cuentas que le dejó su predecesor radical, con quien había expuesto sus diferencias en tiempos de campaña durante las PASO.
Respaldado por Mauricio Macri, Lanús cortó con la dinastía de los Posse (Melchor, primero, y Gustavo, después) que estuvo al frente del municipio sanisidrense desde el retorno a la democracia y que pretendía seguir mediante Macarena, hija del ahora exjefe comunal.
Lanús alertó que el volumen de deuda heredado de la gestión Posse implica compromisos pendientes con proveedores que datan de varios meses.
Debido a la delicada situación, el intendente sanisidrense explicó que están avanzando para achicar el gasto público. «Tomamos decisiones que molestan y rompen el statu quo; liberamos la competencia y evitamos todos los desvíos», indicó.
Así, detalló que lanzaron y completaron procesos de licitación y transparencia. «Esta semana se presentaron 11 oferentes para insumos hospitalarios que se compran en gran cantidad. Los guantes que se pagaban más de $130 en diciembre, hoy los estamos comprando a $50», dijo.
