El Presidente dio detalles de la nueva etapa del programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) .»Las pymes son el motor de la Argentina», sostuvo.
El presidente Alberto Fernández presentó este viernes por video conferencia desde la Quinta de Olivos una nueva etapa del programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) para proteger y estimular el empleo en el marco de la pandemia de coronavirus Covid-19.
«El ATP 4 nos va a permitir seguir manteniendo en pie la industria y el trabajo», dijo el mandatario ante empresarios pyme de todo el país, sindicalistas de la CGT y la CTA y funcionarios del gabinete económico. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, anunció que el programa se extenderá hasta diciembre para las empresas de hasta 600 ocupados cuya facturación fue negativa en junio frente a 12 meses atrás.
«Para nosotros es un día importante, estamos hablando de seguir manteniendo en pie la producción y el trabajo de las pymes, que son el motor de la Argentina. Necesitamos de las pymes, porque todas tienen una cualidad singular, que son empresas forjadas a través de la familia, grandes familias que mancomunan esfuerzos para sacar adelante un emprendimiento, que hacen un esfuerzo enorme», afirmó Fernández.
En ese marco, el jefe de Estado definió a la gestión de Mauricio Macri como «una pandemia sin virus» que «arrasó con más de 20 mil pymes en cuatro años», a la vez que anticipó esta tarde que la semana que viene el Gobierno lanzará «más de 60 medidas» para «construir un futuro más definido, cómo empezar a trabajar saliendo de esta crisis».
«Estoy seguro de que vamos a encontrar un mejor tiempo. Estamos cerca. Ya pensamos una serie de medidas para plantearle a la sociedad, más de 60 medidas, que tienden a construir un futuro más definido, cómo empezar a trabajar saliendo de esta crisis que la pandemia nos ha puesto», sostuvo.
La cuarta fase del subsidio para el pago de salarios con una flexibilización de los mecanismos de acceso para las empresas y la habilitación para los beneficiarios de la toma de créditos a tasas de entre cero y 15%, como parte de un rediseño que busca adaptar la medida a las instancias de apertura y cierre de la cuarentena.
El mandatario resaltó «la necesidad de que los trabajadores vuelvan a reencontrarse para la construcción de un nuevo país, y construir una multisectorial entre pymes y trabajadores para pensar el futuro y que el desarrollo sea igualitario, donde ganen todos y no donde algunos ganan y otros pierden, porque las buenas sociedades permiten que todos ganen y nadie pierda», detalló.
«Después de la pandemia tenemos una oportunidad única de construir otro país más igualitario y justo. Sabíamos que con la cuarentena poníamos en crisis el trabajo y que teníamos que hacer una inversión para que la pandemia no arrastre nuestras empresas y trabajadores. Para que sepan que el Estado los está respaldando a pasar este mal momento», afirmó.
Entre los cambios se destaca que para las empresas cuya facturación varíe entre 0 y 30% respecto al año pasado se ofrecerán créditos a tasas subsidiadas para financiarse y cubrir el pago de los salarios.
- Para aquellas cuya facturación se ubique en una variación de entre 0 y 10%, la tasa será de 0%.
- Para aquellas cuya facturación se ubique en una variación de entre 11% y 20%, la tasa será de 7,5%.
- Para aquellas cuya facturación se ubique en una variación de entre 21% y 30%, la tasa será de 15%.
El Presidente adelantó que «estoy seguro que vamos a encontrar un mejor tiempo y ya pensamos una serie de medidas que plantearemos a las sociedad desde la semana que viene, más de 60 medidas para construir un futuro más definido para salir de la crisis».
«Todos los argentinos hicimos el esfuerzo de sostener a las empresas para el día después poder poner todo en marcha. Mi mayor compromiso es con la industria nacional, nadie que se jacte de ser peronista puede dejar de pensar en el que trabaja», añadió.
Fernández explicó que «en la Argentina vivimos otras pandemias sin virus, que arrasaron con 20 mil pymes en cuatro años y destruyeron trabajo industrial».
Describió también que «la economía mundial está en jaque por el virus, la derrumbó como un castillo de naipes y dejó a la vista la debilidad de un mundo basado más en el interés económico que en producir. La economía no es sólida porque se inflen las acciones en la Bolsa, sino porque se invierte, se trabaja y se consume».
Por último, aclaró que «si esta vez no hacemos un país que distribuya con equilibrio, que produzca y que no especule, será por culpa nuestra».