El intendente de Vicente López presentó un amparo en la Justicia bonaerense para intentar frenar la suspensión de las clases presenciales entre el 19 y el 30 de abril que dispuso el Poder Ejecutivo.
«Como gobierno tengo un poder que es la Justicia. No planteo una rebeldía, porque las normas están para ser respetadas. Voy a tratar de hacer lo que esté a mi alcance para garantizar que lo que no enferma, como las clases presenciales, continúe», expresó el funcionario.
Asimismo, Macri remarcó que el amparo no es contra las restricciones de circulación: «Sé que en la nocturnidad desordenada e ilegal sí ha subido el nivel de contagio. Pero para eso en Vicente López vamos a entregarles a los gastronómicos, salones de fiestas y gimnasios un subsidio no reintegrable de 40 mil pesos para que puedan seguir subsistiendo».
Y agregó: «Presentamos un amparo para que continúen las clases presenciales, porque está demostrado que los chicos no se contagian en las escuelas. El riesgo es mucho menor en el aula que en otros lugares. Kicillof tomó esta decisión sin hablar con todos los intendentes», remarcó.
De esta manera mandatario comunal de Juntos por el Cambio encaró una estrategia similar a la que puso en marcha la Ciudad de Buenos Aires, que también presentó un amparo a la Corte Suprema de Justicia para que quede sin efecto la suspensión de las clases.
El planteo se basó en tres ejes: la supuesta violación de la autonomía de la Ciudad, -«la decisión adoptada por el Estado Nacional implica una virtual intervención federal»; la violación al principio de razonabilidad -«la suspensión de las clases presenciales no se encuentra justificada en datos empíricos»- y la violación del principio de supremacía federal, según el cual «se declara la supremacía de la Constitución Nacional por sobre todo el orden jurídico argentino».