Las policías Federal y la de la Ciudad avanzaron sobre los manifestantes que se concentraban frente a la sede del Ministerio de Capital Humano. Los efectivos arrojaron gases, dispararon balas de goma y lanzaron agua desde carros hidrantes.
Las policías Federal y de la Ciudad reprimieron a los manifestantes que participaron de la concentración en la 9 de Julio convocada esta mañana por distintas organizaciones sociales, en reclamo de alimentos para comedores y merenderos, y en rechazo a la baja de beneficiarios del plan Potenciar Trabajo.
Durante más de 20 minutos los policías de infantería, los motorizados y identificados solo con chalecos celeste dispararon balas de goma, cargas de gases lacrimógenos y arrojaron gas pimienta a los manifestantes que los enfrentaron en la primera línea para cubrir a quienes trataban de escapar por la 9 de Julio y las avenidas y calles transversales.
En tanto, los de civil que se habían infiltrado en la marcha colaboraban con los agentes uniformados para concretar las detenciones. Durante esas persecuciones, varios manifestantes fueron golpeados ferozmente hasta quedar reducidos con las manos atadas con precintos plásticos.
El tramo de la 9 de Julio que va desde Belgrano hasta Avenida de Mayo fue un escenario de corridas, golpizas, y personas ensangrentadas y tiradas sobre el asfalto mientras eran golpeadas con trompadas, rodillazos y patadas de policías con y sin uniformes.
Protesta reprimida
En un principio, la protesta convocada por organizaciones sociales y gremiales de un amplio espectro político tenía como objetivo avanzar hasta el Ministerio de Economía pero ante el anuncio de que la ministra Sandra Pettovello los recibiría por primera vez, cambiaron el rumbo hasta la sede del Ministerio de Capital Humano.
La movilización fue tan multitudinaria que los boulevards y las veredas son estrechas que no dan suficiente espacio para que la protesta no baje a las calles. Por este motivo, el corte de la 9 de Julio fue total, durante varios minutos.
Con el argumento de que se habría incumplido el protocolo antipiquetes, el Ministerio de Seguridad conducido por Patricia Bullrich y las fuerzas comandadas por su par porteño, Diego Kravetz, rodearon la movilización con la guardia de infantería, motorizados, carros de asalto y camiones hidrantes.
Al principio hubo corridas por presión de las fuerzas de seguridad, hasta que el despliegue ocupó todo el ancho de la avenida y comenzó a avanzar contra los manifestantes empujándolos hacia el lado de Constitución.
La movilización había sido convocada por la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) y la Federación Nacional Territorial (Fenat) que integra la CTA y está conformada por organizaciones sociales de distintos puntos del país que asisten en comedores, merenderos y casas de abrigo a familias de los barrios más empobrecidos.
También por organizaciones alineadas con el Polo Obrero, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Movimiento Octubres, entre otros.