El presidente recorrió las obras de soterramiento del ferrocarril Sarmiento, un proyecto reanudado por el Gobierno luego de años de postergaciones, que beneficiará a más de 200 mil pasajeros diarios, aumentará considerablemente la seguridad vial y agilizará el tránsito vehicular porteño y de diez localidades del oeste del Conurbano.
Macri visitó los trabajos que se están realizando a la altura del partido de Morón, acompañado por la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y el intendente local, Ramiro Tagliaferro, además de un grupo de vecinos que utilizan cotidianamente el tren.
Cuando el proyecto esté finalizado, quedarán eliminados los 51 pasos a nivel de la línea por los que cruzan, en promedio, unos 20 mil vehículos por hora.
El tiempo de viaje se reducirá en 15 minutos de punta a punta y la frecuencia pasará de diez a tres o cuatro minutos. Además, la línea experimentará una notoria modernización con la recuperación de las vías, el señalamiento, las comunicaciones, trenes nuevos y cocheras ampliadas.
La obra fue reanudada por el Gobierno en octubre de 2016, luego de una interrupción de cuatro años desde que se iniciaron los trabajos y siete anuncios de comienzo de obra.
Con una inversión total de 3000 millones dólares y una generación de 10 mil empleos directos e indirectos, el tramo hasta Castelar estará concluido en tres años y el que resta hasta Moreno, en cinco años.
La obra se inscribe en plan de inversiones de 14 mil millones de dólares que puso en marcha el Gobierno para mejorar el servicio de los trenes